Del 3 al 13 estamos en el 12vo Festival de Jazz y Músicas del Mundo de Medellín en Medellín. Antes estaría muerto de la dicha. Hoy, me es indiferente. Y no, no es que me haya dejado de gustar el jazz. No es que me haya mamado de las multitudes en los conciertos. Y tampoco es que tenga un plan que lo supere.
Pero se volvió innacesible.
Yo solía amar Festijazz. Era al lado de mi casa, y cada que iba era una ampliación de mis fronteras musicales. En realidad, nunca fui muy melómano, y aunque el Jazz me llamaba mucho la atención, mis conocimientos no son tan recorridos como quisiera. Conozco nombres de las leyendas, reconozco una que otra melodia, y puede que me cojan tarareando una canción que tengo en un lugar recondito del ipod. Pero me gusta, me gusta mucho. Porque es dificil de describir, pero el jazz es un viaje. A menos que un solo de algún instrumento me llame la atención, más que fijarme en una melodía específica, es el conjunto del sonido del jazz lo que me gusta. Es como subliminal, y si uno se deja, se lo ya llevando y llevando. Me encanta.
Por eso me gustaba tanto ir. Y siendo al aire libre, era el escenario perfecto.
Jajaja, esta mañana mientras pensaba sobre este post, me acordé de muchas cosas que pasaron un festijazz. De esos momentos que son como de una vida distinta, como con un ritmo raro.
Me acordé de el concierto de esta cantante ciega, Diane Schuur, en el cual arrancó a llover, y la lluvia era tal que amaezaba con dañar unos instumentos. La cantante fue llevada al camerino, y al oir la bulla de los espectadores que nos aguantábamos la lluvia, mientras el staff desmontaba todo, ella arranco a cantar a capella "Somewhere over the Rainbow". La única forma en qué la podíamos ver era en la pantalla, ya que un camarógrafo la persiguió y la grabó dentro del camerino mientras cantaba pa todos los mojados afuera. Y cantó con tal suavidad, y con tal sentimiento, y con esa voz que solo tiene ella.... qué de sólo acordarme del momento algo en mi se estremece.
O de la vez que fui con la nena de mis sueños, aquella que siempre veía pasar en la U y no atrevíaa hablarle. Pero ese día estaba saliendo con ella por primera vez. Jajaja hasta me encontré con ciertos compañeros que no creían que yo hubiera ido al concierto con ella. Si no estoy mal era el concierto de Eddie Palmieri, buenísimo. Al salir, fuimos hacia el carro con destino a un sitio donde comer papita, pero el condenado carro se varó. Dejé las luces prendidas. Mucha güeva, y fijo el día que salgo con ella. No puedo dejar de reir cuando me acuerdo de la empujada del carro por los parqueaderos, el "rescate" de un amigo que vino a desvararme y se varó, la imposibilidad de prender el carro ayudado de una super camionetota, y de el hecho que esta nena casi choca mi carro cuando ella maneja y dejaba rodar el carro por la lomita para llegar a la salida.
O del concierto de Caribbean Jazz Project, donde cuando todo se veía pasado por agua, el líder del grupo, Dave Samuels, se llenó de fuerza, como si la hubiera tomado de la tempestad misma, y nos dió uno de los mejores espectáculos que he visto. Que energía, que fiesta. Todos bailábamos al ritmo de un vibrafono mientras el diluvio no cesaba. Es como si todos hubiéramos esperado la caída del agua para entrar en trance. Espectacular
O el solo de maracas (si, maracas!!) en el concierto de Ray Barreto.
O el cualquier intervención de una Big Band, yo amo esas cosas!
Pero cada vez más he tenido que dejar de ir a Festijazz. Es que lo que en principio era un festival de divulgación, con entrada libre con donación se ha convertido en un mega espectáculo que dejó de ser accesible para la gente que gusta del género. Boletas de más de 100,000 pesos dificilmente las pagará un estudiante curioso, o un ciudadano del común a un artista que apenas conoce. Uno paga esa cantidad por alguien de quien es verdaderamente fanático. Con el jazz es dificil, no es una música tan difundida como para crear ese tipo de fanatismos en la gente del común. Ni siquiera en la gente que lo explora, como yo.
El problema es que en aras de alguna cosa, el festival se ha vuelto más exclusivo. Y creo que esto lo ha logrado haciendo cierta migración de oferta de eventos. Si bien antes el festival era predominantemete más Jazz, ha ido migrando hacia el Latin Jazz de forma fuerte, y me atrevo a decir que ha terminado en Salsa. La frontera entre el Latin Jazz y la Salsa es algo muy difuso, ambos géneros me encantan, y debido a mi medio y mi formación musical siento mucha más afinidad con el Latin que con el Jazz normal. Que hace falta Latin Jazz en un festival de Jazz en Medellín es innegable. Pero que se convierta sólo en eso no me cuadra.
El problema es que con artistas de salsa famosos si se puede cobrar duro la boleta. Y si se cobra duro pa uno, se cobra duro para casi todos. El precio mínimo de una boleta es de 63.000 pesos. Y ya no parece una oferta para un concierto de Jazz, sino para uno de Vicente Fernandez.
OSCAR D' LEÓN Y SU ORQUESTA
Venezuela
BANDA LA REPÚBLICA
Colombia
Gran Salón PLAZA MAYOR Medellín
Sábado 13 de septiembre
$103. 000 V.I.P $123.000 Platino
Palcos: 10 palcos disponibles con capacidad para 10 personas cada uno.
$3.000.000 incluyen:
• 2 botellas de Whisky 12 años
• 20 cervezas Club Colombia
• 5 bebidas energizantes
• 10 botellas de agua
Palcos no aplica el descuento.
¿¿Palcos?? ¿¿en un Festijazz?? Y bebidas energizantes... es que uno baila mucho en una cosa de esas...
Mi punto es.. esto ya no parece es un festival de jazz. Ya es un festival de salsa donde seguramente los conciertos de los salseros se llenarán, pero dudo que pasé lo mismo con Gianni Bardaro, Nueva Manteca o Rodolfo Mederos. Deben ser artistas fenomenales, pero yo no los conozco, y estoy seguro que usted tampoco. ¿Y pagar 63.000 para verlos? ¿ 120.000 si va con una nena?
En uno de los primeros festijazzes, aquellos donde la comprar la boleta cara no representaba para un estudiante lo que le vale un mes de comida, pasajes y fotocopias para la U , yo solía sentarme con Arias a ver y analizar la gente que iba a este tipo de conciertos. Carajo, era divertidísimo, todo un crisol de la sociedad. Desde la Niña "postrecito" con novio farandulero que iba obligado, hasta el señor con cara de haber salido de una junta directiva de una de sus 15 compañías, pasando por el punketo, la familia típica completa en paseo familiar, el intelectual gay, el obrero, el combo de salseros, los pelaos de colegio con uniforme puesto, la gente sollada, los músicos de otras disciplinas, la nea, el man ratsa que vende postres en la U, el ejecutivo viejo con su novia de 20 años, los hippies, los góticos.... en fín.... estos conciertos eran una delicia sociológica, la gente iba a pasar bueno, a ampliar sus fronteras musicales, y, aunque no lo supieran, a compartir con otra gente distinta ( y a la larga igual) a ellos y por medio de este contacto a hacer ciudad. A vivir lo que es ciudad. Algo importante en este Medellín donde cada vez vivimos más aislados.
Pero ya no es así. Estoy seguro que la congregación para el de Oscar D'Leon (sin llegar a desmeritar nunca al artista ni a su música, por supuesto) será MUCHISIMO menos variada que lo que acabo de describir. Y creo que será un ambiente mucho más pesado. Como un concierto de Salsa famoso, o uno de Vicente Fernandez. Donde si bien hay amantes y conocedores del género que van a deleitarse musicalmente, estoy seguro que se encontrarán con ese tipo de gente de Medellín que irá más bien a ufanarse, a darse "shampoo", a mostrar sus gastos, y a emborracharse y hacer bulla sin pararle bolas a la música que oyen.
Ustedes saben a que tipo de gente me refiero....
Por lo pronto, descubrí que hay dos que son gratis. Me encantaría ir a ver que es Nueva Manteca, pero ando en una especie de recesión en este momento. Se los comparto para ver si nos vemos allá la otra semana.
SAMUEL TORRES Y NYC ALL STARS - TRIBUTO A EDY MARTÍNEZ
USA
Teatro Universidad de Medellín
Lunes 8 de septiembre
Entrada libre con boleta. Las boletas las entregan en las taquillas del Teatro de la Universidad de Medellín.
CUBOP CITY BIG BAND
HOLANDA
CUARTETO CIENFUEGOS
COLOMBIA
Teatro Metropolitano
Martes 9 de septiembre
Entrada libre con boleta. Las boletas las entregan en las taquillas del Teatro de la Universidad de Medellín.
2 comentarios:
Hola Santy,
Gracias por invitarme a leer tu blog, definitivamente me está cautivando fuertemente este tema de acceder a opiniones tan diversas y enriquecedoras. Tu reflexión sobre Festijazz es profunda y tiene muchos puntos de vista bien argumentados, es maravilloso ver crecer este tipo de iniciativas que un día fueron un pequeño sueño de algún ser humano, pero triste que se desvirtúen en el intento de permanecer.
Un abrazo,
Claus
Por qué cambió tanto Festijazz? Yo tampoco le paro bolas ya, qué tristeza.
Publicar un comentario