miércoles, 8 de diciembre de 2010

10 libros del Año

Vi algo en el blog de Medea acerca de los libros del año y a puro modo de plagio, voy a hacer lo mismo. A pesar de lo ocupado que me mantengo, a y que me quejo constantemente del poco tiempo que tengo para escribir o para hacer cualquier cosa, no soy capaz de dejar de leer. Desde pequeño que le cogí el vicio a mi papá, ya no soy capaz de soltarlo y cualquier cantidad de letras, sean de una novela que me atrape una semana, o de cualquier cosa escrita en una cartelera de universidad.
Y este año, como todos he leído un montón. Sigo con mi obsesión por la literatura latinoamericana, pero ya que he conseguido un poco más de libros en inglés estoy leyendo a los americanos y a los británicos, y me ahorro la pereza que me da de leerlos traducidos.
Pero vamos a lo que vinimos: les presento 10 libros, entre ficción y no ficción que leí este año, y que no puedo dejar de recomendarles. No tienen orden definido de ranking, porque me es imposible decir que uno es mejor que otro, igual, eso depende del ojo del lector.

1. Franny and Zooey de J.D. Salinger
Salinger es uno de esos escritores con los que siempre he tenido problemas. A pesar de que hay un culto gigantesco sobre su obra, y puede ser catalogado como uno de los mejores escritores americanos del siglo pasado, siempre había una especie de barrera entre el y yo. Yo sabía que había un mensaje en su obra, pero que yo no era capaz de descifrar.x Tratando de hacerlo, compraba todo lo que podía se Salinger, con cierto afán de coleccionista ya que conseguirlo en Colombia es una especie de odisea. Pero a pesar de que nunca entendí del todo Catcher in the Rye y Nine Stories, Franny and Zooey fue una total experiencia literaria. Las preguntas, las preocupaciones y las búsquedas de este par de hermanos, tan humanos, tan postadolescentes y tan atormentados, hace que este libro sea un viaje increíble.

2. Kamchatka - Marcelo Figueras
Figueras es uno de mis críticos literarios y cinematográficos favoritos. Lo seguí mucho en su blog en Elboomeran, hasta que lo cerró, pero me enteré que tenía varias novelas, pero de nunca ví un libro suyo en ninguna parte. Me encontré Kamchatka en una feria en la Universidad Javeriana en Bogotá, donde lo encontré rebajado a precio de autor desconocido. Lo compré sin pensarlo y me econtré una historia hermosa, acerca de un niño durante la dictadura argentina, y lo que le toca vivir de la persecución de sus padres. El está en el punto donde no es ni niño ni adolescente, entonces su mirada tiene un matiz muy particular de inocencia y pero de entendimiento al mismo tiempo, mientras relaciona su vida y sus circunstancias con lo que es su cultura del momento, la televisión, los cómics y un juego similar al Risk. Es ante todo, una enseñanza de lo mucho que a veces necesitamos un lugar como Kamchatka

3. Homage to Catalonia - George Orwell
Cuando vi este libro en inglés me enteré que Orwell fue un voluntario de en la guerra civil española, donde fue a pelear contra los fascistas. Llegó a Barcelona y rápidamente se hizo miembro de un partido de izquierda y se matriculó para ir al frente y luchar. Es una crónica de sus experiencias, y de su impresión de la guerra, el futuro de España, sus compañeros de batalla y las cosas tan absurdas que pueden pasar en un conflicto de este tamaño, en un ejército de voluntarios y con una situación política e histórica muy particular y algo desconocida.

4. Frutos Extraños - Leila Guerrero
Ya que hablamos de crónicas, no puedo dejar de mencionar a Leila. Ella es una cronista argentina que colabora regularmente con mis revistas favoritas, entiéndase Soho, Gatopardo, El Malpensante y Etiqueta Negra. Frutos extraños es una recopilación de crónicas, con temas tan variados desde el chino que maneja el supermercado donde Leila compra, pasando por el clon argentino de Freddy Mercury, comentando historias desde la Patagonia, hasta la reconstrucción del teatro colón y otro montón de perfiles e historia rarísimas, pero que por alguna razón están conectadas con lo que entendemos por realidad.

5. Madero Salvaje - Santiago Gomez
Talento local. Santiago Gomez es un escritor, cineasta y crítico colombiano, de Medellín. Lo conocí en unos talleres de apreciación cinematográfica, y al tiempo que vi su libro lo compré. No sabía que esperar, ya que a Santiago solamente lo conozco como crítico, pero el libro me gustó mucho. Es la historia de él mismo, matizada con unos toques de ficción, y de su juventud y lo que hace por sus sueños, con su grupo de amigos en esos años inciertos de la universidad. Mujeres, drogas, viajes y experiencia adquirida a las malas. Todo enmarcado en una ciudad difícil, dura, agresiva, pero al mismo tiempo cálida y amable, como lo es esta Medellín que tanto nos hace sentir

6. Moby Dick - Herman Melville
No podía faltar un clásico en la lista. De mano de Ishmael, nos metemos de lleno en el mundo de la caza de ballenas y el mar, lo cual es una excusa para contar una historia acerca de la obsesión humana, y de las ballenas blancas que se nos meten en la cabeza y nos llevan a la perdición. No lo dejen de leer. Como dice Medea, esto se puede conseguir gratis en internet entonces no hay excusa para no leerlo

7. El pibe que arruinaba las fotos - Hernan Casciari
Ya uqe hablamos de cosas gratis en internet, hay que hablar de este libro. Yo no soy muy amigo de leer en el computador, y aunque en mi casa hay un Kindle, todavía no le cojo el tiro al ebook. Lo que si leo mucho son blogs, y por una recomendación, llegué al blog de Casciari, y ha sido uno de los mejores blogs con los que me he encontrado en mucho tiempo. Casciari, es todo un maestro del género y ha explorado los blogs para hacer literatura, lo cual ya probó con un libro que se llama "Más respeto que soy tu madre". Por un compromiso editorial, Casciari debía entregar un libro. Y una noche, releyendo 3 años de lo que había escrito en su blog, encontró una historia real y personal tan poderosa, que a punta de edición y con cambios menores, la convirtió en un libro. El libro está gratis en internet pa leerlo en pdf. A pesar de la pereza de leer largo en computador, lo terminé en 2 noches. Lo bajan gratis en Orsai

8. Missing - Alberto Fuguet
Otro de esos libros que busqué y busqué y no encontré sino hasta que fui a Argentina, donde era lo primero que uno veía al llegar al Ateneo. Supe de este libro por una recomendación de Figueras, y confirmé por que me gusta tanto como crítico. Missing es una novela intensamente personal, donde Fuguet busca a su tío, perdido en ese continente llamado Estados Unidos, y del cual no tiene noticias hace años. Es una historia de reivindicación familiar y de obsesiones por el pasado, y que nos muestra que las cosas nunca son como creemos, o como nos las cuentan. Como alguien dijo, una road movie hecha libro.


9. Heart of Darkness and other stories- Joseph Conrad
Nunca había leído a Conrad. Y no entiendo como pude pasar tanto tiempo sin hacerlo. Las historias que presenta, en lugares remotos y que enfrentan a la civilización con los que llamamos salvajes, son historias que tocan fibras profundas y que además que nos hacen cuestionar profundamente, tienen ese atractivo intenso de lo desconocido y lo agreste. A modo de anécdota Conrad es polaco, pero hay pocos autores que son capaces de escribir tan magistralmente en inglés como él.

10. Gotas de Tinta - Luis Tejada
Una joya literaria colombiana. Uno de esos libros perdidos que un grupo de iniciados (o más bien geeks) buscan hasta el cansancio, y que de cuando lo encuentran, se mueren de la felicidad ante la mirada atónita e inquisitiva de los mortales del común. Luis Tejada es el más grande cronista colombiano de todos los tiempo, que vivió desde que vivió apenas 26 años y murió en 1924. Un hijo de su época, deslumbrado con la modernidad, pero que escribe cosas que a veces suenan tan actuales, que es difícil creer que en 100 años este país ha cambiado tan poco. Este libro lo conseguí en con mi librero de anticuario de confianza en la Fiesta del Libro, el mismo librero que años antes me lo había recomendado. Cuando lo conseguí, Juan David el de Agencia Pinocho, casi se muere de los celos y cada que me ve, me pregunta como voy con la lectura.

Ahí están los que escogí de los que leí en el año. Si pueden leer alguno, no dejen de hacerlo. Ustedes que leyeron bueno este año?

sábado, 29 de mayo de 2010

Inocencia y Maldad

Una fotógrafa noruega hizo una serie de fotografías, que, al tiempo que me perturban, me dejan un malestar general y me cuestionan sobre la humanidad.

Pero es mejor que las vean ustedes mismos. Es un trabajo artístico impresionante por su fuerza. Lo pueden ver en la página web de la revista peruana Etiqueta Negra

viernes, 30 de abril de 2010

Las ganas de plata

Alguna vez, leyendo la revista Soho, encontré un artículo en el cual los escritores escribían contra su propia cuidad. Lleno de curiosidad, busqué apresuradamente la de "Odio a Medellín" para ver que era lo que decía y cuanto podría escandalizar a las personas que creen que no hay lugar del mundo como este valle (Oh delirio se superioridad regionalista! Oh orgullo heredado! Oh Chauvismo Paisa!). Resumiendo, el autor paisa* criticaba que en el marco de la pujanza de nuestra tierra, está el feísimo vicio de hacer plata por encima de todo, a pesar de todo, doblando la ley, exaltando a los "vivos" y sin respetar nada. Para ilustrar su punto, al autor toma como ejemplo el mercantilismo descarado que ha sufrido el centro de la ciudad, donde edificios ilustres del centro de la ciudad como el seminario o el antiguo palacio de justicia están convertidos en centros comerciales de bajo nivel plagados de contrabando.

Hay que decir que en esto tiene razón. El centro de Medellín, por afanes comerciales ha perdido un valor inmenso como patrimonio arquitectónico, estético y turístico. Porque importa más la plata hecha ya que el beneficio a largo plazo. Las putas ganas de plata.

Pero no es el mercantilismo paisa lo que me impulsa a escribir este post. Esta vez son las ganas de plata de “unos empresarios vallunos”, así entre comillas, porque los desconozco y así se han referido a ellos los medios de comunicación. Solo que ellos no atentan contra el legado cultural, ni contra la estética urbana, ni contra la conservación arquitectónica. Atentan contra el lugar de reproducción y apareamiento de una especie en vía de extinción, la Ballena Jorobada.


Siendo ingeniero, entiendo que las obras y actividades humanas tienen impactos ambientales asociados. Cocinar, bañarse con agua caliente, comprar cosas, transportase, escribir, hasta construir una represa o comprar un carro, todo pasa su cuenta de una u otra forma al ambiente. Pero eso no quiere decir que debamos suspenderlos. Uno puede decirse todas las mentiras bonitas que quiera, pero el ecologismo parte de una perspectiva de mejorar las condiciones de vida futura de los humanos, seguimos estando primero en la listade importancias. Si en realidad nos importaran las otras especies, haríamos un suicidio masivo. Pero como tambien queremos vivr, cuidamos el ambiente. Dentro de mí hay un treehugger, pero entiendo que todo problema ambiental requiere ser analizado con racionalidad, para que el remedio no sea peor que la enfermedad. Pero lo que pasa en Bahía Málaga es precisamente que esa racionalidad no existe, es fundamentalismo económico.

Desde hace días se ha dicho que Colombia necesita un puerto en el pacífico con más calado. Ante la cercanía a Buenaventura, se ha propuesto para este fin Bahía Málaga. Incluso desde en 1915 hubo una discusión para este fin. Pero a la final, Marco Fidel Suarez decidió no mover el puerto allía. Buena movida para el ambiente, considerando que, según tengo entendido (porque no tengo la fortuna de conocerla) es un paraíso natural. Sin embargo, el puerto en aguas profundas sigue siendo necesario.

Al pensar que el puerto no traerá impactos ambientales negativos, y que si los trae serán manejables es se peca de iluso. Por un lado, los puertos en Colombia son manejados, a falta de un adjetivo mejor, de forma muy "punketa" donde los criterios técnicos son muy pocos y no hay mucha gente capacitada en temas portuarios. Esto se puede evidenciar en el hecho que a ingenería colombiana se ha dedicado a temas del interior, dejando a la ingeniería portuaria y costera a un lado. Por otro, porque un puerto de tales magntitudes trae mucha gente, y conociendo los procesos de adaptación del territorio en este país, el resultado final es un hervidero social, donde la violencia y la ilegalidad están a la orden del día. ¿Quisiera alguien replicar la situación social en Buenaventura? Por lo menos yo no.


¿Que hacer entonces? Pues debido a las necesidades económicas del país debe considerarse Bahía Málaga de nuevo para el posible puerto, estudiar el mercado, mirar las posibilidades técnicas, los impactos ambientales, concertar con las comunidades. Y en fin, hacer todos los estudios correpondientes.

El Ministerio de Transporte dice que no es viable y declaró Bahía Málaga como zona de interés público. Los militares dicen que no es posible porque interferiría con la operación de la base militar. Los ecologistas no quieren por los ecosistemas presentes, marinos y de manglar, y por el tema emblema, las ballenaz jorobadas. La comunidad local se opone. Incluso el organo científico más importante del país, Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturale sdijo que era imperativo hacer un parque nacional allí.

Y ante tanto estudio, el Ministerio de Medio Ambiente se puso a hacer su trabajo, y los trámites empezaron hacia el parque nacional natural No 56. Todo estaba listo, la directora de parques estaba eufórica, y solo faltaba la firma del ministro. Sin embargo, esta firma no llegaba por ninguna parte. El ministro manifiesta (Semana Online):

Las tecnologías existentes nos permiten hacer cálculos que la profundización del canal de acceso a Buenaventura y aumentar la capacidad de carga de su puerto son más rentables que construir mega puertos. Esas inversiones monstruosas ya se están haciendo en el puerto de Buenaventura. No tiene sentido por exigencias actuales de competitividad, montar mañana un puerto en Bahía Málaga.

Sin embargo la presión económica de los "Empresarios del Valle" es muy fuerte. Al fin y al cabo representan un grupo de presión poderosísimo en este país. Estas presiones siguen demorando la declaratoria de parque, e incluso hubo necesidad de contratar un experto internacional para hacer nuevos estudios. Aunque no ha entregado su informe final, en sus comentarios preliminares el experto confirmó lo que había dicho todo el mundo, que el puerto no es viable.

Pero si todos los estuidos ambientales dicen que no, los estudios técnicos que tampoco, los militares que no, la comunidad que no y los expertos que no... ¿Por qué "los empresarios del Valle" siguen empeñados en hacerlo? Tal vez la mejor razón la da un periodista de El Espectador, a modo de chisme.

Algunas fuentes han explicado que toda esta polémica se reduce a una 'confrontación' regional en la que los vallecaucanos están empeñados en dar la pelea para que si el Gobierno decide hacer otro puerto sobre el Pacífico que le compita a Buenaventura, este se haga en Bahía Málaga (Valle) y no en Tribugá (entre Chocó y Antioquia), como también se ha planteado.

Pura envidia. Y en otras palabras... puras putas ganas de plata.










*El autor, el Doctor Alberto Aguirre, es una de las grandes personas que ha dado Medellín. Tristemente es virtualmente desconocido para las nuevas generaciones, y yo lo conocí al hacer la micro-investigación para este post, donde luego de su artículo me encontré con su obituario en la revista Soho. Es este tipo de personas las que hacen que el orgullo paisa esté justificado, aunque nadie las recuerde. Lo mismo les pasa a tantos arrieros heróicos anónimos
**Las fotos en el presente post fueron tomadas de flikr.
http://www.flickr.com/photos/35871397@N03/3317236828/
http://www.flickr.com/photos/42062721@N04/3878876713/

martes, 27 de abril de 2010

Odio

Díganme que soy un maldito hippie comeflores o lo que sea. Insúltenme por tener la opinión política que quiera tener. Clasifíquenme sin justicia en alguna facción de la sociedad que desprecien. Igual no sería nada diferente a lo que he sentido en esta Colombia que me duele tanto (tanto!) en los últimos tiempos.

En este país, "el país más feliz del mundo", lo que se respira es odio. Y creo que es odio de lo que se ha alimentado nuestra historia, y nos ha permeado a todos. Odio entre federales y centralistas, liberales y conservadores, chulavitas y pájaros, narcos y civiles, guerrilleros y paramilitares, guerrilleros y civiles, paramilitares y civiles, ejército y guerrilleros, ejércitos y paramilitiares, ejercito y civiles, civiles y liberales, civiles y conservadores, uribistas y oposición, uribistas y las cortes, uribe y chavez, civiles y uribe, civiles y chavez, civiles y santos, civiles y mockus… todos contra todos, todos contra uno, uno contra todos, de la misma manera y en el sentido contrario.

Y ahora que estamos en campaña, la gente como por una fuerza mayor, a decido transpirar odio por todas partes. Se vuelven ciegos y rabiosos, se acaba el respeto por lo que sea, y cada quien toma sus banderas y las defiende a punta de veneno en la lengua. Si el facebook puede llegar a servir para medir la temperatura social del grupo de gente a mi alrededor, todo el día se pasa en ataques y defensas que muestra una grieta social tan grande, que creo que nos terminará por destruir. Son muy pocos quienes se toman el tiempo en reconocer lo bueno de los candidatos, así se encuentren en otro “polo” ideológico del propio. Es una mierda que no se puede discutir de política sin terminar por creer que se trata de una guerra a muerte, de religión sin aceptar las cosas hermosas que tiene cada una de ellas, o de Venezuela, sin que salga el nombre de Chavez, en vez de hablar de ayacas o de la belleza de sus playas.

Es horrible que lo diferente automáticamente sea malo. Que la zona gris no exista. Que el desconocido es un peligro antes que un hermano y que el país no es un grupo de gente que comparta identidad, sino que lo único que tenga en común es el odio mutuo.

Pero si quieren no me paren bolas, esta es simplemente la opinión de un hippie comeflores, optimista e idealista, que cree en que cada persona tiene algo respetable y admirable, pacifista en un país donde eso ya no se usa, agobiado por los medios, que ha tratado sin éxito de ser apolítico, que se preocupa por lo que ve en su país, y que ha decidido describir (con pobres resultados) lo que siente en una noche marcada por la melancolía.

Dejen de pelear por maricadas, más bien queran a la gente que conocen y a los que no conocen… pues también, nada pierden. A veces creo, que si la gente escuchara más a The Beatles, todo el mundo viviría mejor.

jueves, 18 de marzo de 2010

Los Suramericanos!!!!!

Es difícil explicar la emoción que siento hacia los juegos. Me encantan, como todo ese tipo de eventos deportivos. En un país que solamente vive y respira fútbol, los suramericanos son toda una ola de frescura que llega.

La verdad, soy una especie de freak de los deportes autistas. Cuando puedo, no me pierdo los olímpicos, estuve despierto a las 3:00 a.m. viendo a María Isabel Urrutia levantar el peso de su medalla de Oro para Colombia en Syndey, rabieté por la pésima transmisión de los de Atenas, disfruté de los de Beijing incluso en la mitad de mis rumbas (ví la final de volley masculino medio borracho en una finca con la gente de la U) e incluso estuve viendo los de invierno que acabaron de pasar en Vancouver.

Debo confesar que creo que me encantan porque siempre quise ser un atleta de alto rendimiento. El romper una marca, el altius citius fortius, el consagrar esfuerzos para un objetivo claro, simple y a la larga fútil, me parece algo hermoso, y con un valor... espiritual será. Sin embargo, nunca tuve el talento para poder hacerlo. Mirando en retrospectiva pude haber tenido futuro en natación, pero siempre me enfermaba del oído. Quise hacer clavados pero ya estaba muy viejo (tenía 12 años, tenía que haber empezado de 11) y pasé por una cantidad de deportes con más pena que gloria.

Pero eso no quiere decir que no me pueda volver un fan consagrado. Y por esto me gustan que los juegos hayan venido a Medellín, porque me dieron la oportunidad de disfrutar unos juegos donde aunque no conociera a la grandísima mayoría de deportistas, y mi barra fuera más por nacionalismo que por méritos deportivos, los disfruté un montón. Pude ir a algunas competencias en vivo, y fueron muchas las que vi en televisión debido a la grandísima acogida que tuvo entre la gente.

Fue fenomenal, más que por ver nivel o por mirar competencias, fue porque en realidad pude ver que es lo que Medellín hace la ciudad que es. Siempre se me ha hecho paradójico que mientras lo que más se promociona de esta ciudad es la gente es amable, y la calidez del trato y todo eso, uno siente que en Medellín la gente trata de encerrarse más, de separarse más, de salir menos del poblado y de mezclarse menos con la gente del resto la ciudad, sea por miedo, sea por clasismo o por lo que sea. Los extranjeros siempre son bienvenidos, pero a veces siento que los propios paisas nos separamos más y más.

En estos juegos, estar sentado con un montón de desconocidos al lado, y poder hablar tranquilamente de cómo le fue a Maria Luisa, o de comentar la belleza de alguna deportista, de pedir explicaciones sobre las puntuaciones del Judo y cosas por el estilo, o incluso conversar con un futbolista peruano en el metro me devolvieron un poco mi fe en la gente. Y en que si uno vive en una ciudad no es para vivir solo, sino para conversar con el que está al lado, así nunca lo volvamos a ver.

Para mí, lo mejor de los juegos fue eso. Estar con la gente de Medellín, disfrutar con ellos los juegos y sentirme parte de la ciudad. Más que los 144 oros de Colombia, más que la inauguración y la clausura, más que los escenarios nuevos y más que el aire de fiesta de paz y de hermandad latinoamericana.

Ya acerca de las justas que vi, no hubo nada como el ciclismo de ruta. Es verdaderamente un deporte nacional. Creo que nunca lo había entendido como hasta ahora. Pero ese post se los quedo debiendo.