miércoles, 22 de octubre de 2008

De estaciones y trenes


Hay un deseo que pido siempre que pasa un tren
Esto lo canté y lo canté en mi cabeza montones de veces durante esta semana. Y es que es una frase simple, muy simple, pero cargada de sentimineto y sentido. Es una pequeña frase hermosa. Y sin importar cual sea el deseo que pueda pedir cuando pasa, muy en el fondo me conmuve.
De tanto cantarla, en un momento llegó a mi cabeza de  el tema de los trenes. Y de que en este país no existan. Y aunque esto puede ser un tema algo repetitivo en mí, esta vez no pensé en las repercusiones económicas, ni en la dificil geografía, ni en lo eficiente que puede ser un sistema de ferrocarriles para el transporte de carga, ni en la reducción de emisiones, ni en la comodidad ni en todas las cosas que tengo para decir que los trenes rockean con toda.
No, esta vez pensé en la amputación cultural que implica no tener trenes. Porque son una máquina de metáforas formidable. O una metáfora de la vida misma y de sus cambios. Trataré de explicarme un poco más.
Los trenes tienen una particularidad: son absolutamente puntuales. Esto no se debe a simple respeto por el pasajero, sino que como dos trenes en direcciones contrarias deben compartir un sólo par de rieles, y como un tren no se puede orillar para darle paso al otro, la puntualidad se volvió una exigencia para poder coordinar los cmabios de riel en las estaciones o en los sitios escogidos. Si un tren se retrasaba, podría retrasar todo el sistema MUCHO. Esto ya no es un problema en algunos paises desarrollados, donde hay varios pares de rieles para una sola ruta. De todas maneras, la puntualidad se respeta. Todo esto para decir que si llegaste a tiempo, cogiste el tren, pero si no, lo perdiste. Nadie te va a esperar.
Y es que aquí existe un lugar común de la literatura, la música y de las películas... perder un tren. Porque tomarlo es en realidad lo que uno espera. O lo que uno cree que va a pasar. Pero si lo pierdes, es como uno de esos golpes de vida. Cosas que pasan y que ya no se puede hacer nada para evitarlo. Toca esperar que el tiempo pase, y esperar a montar otra oportunidad para montarse en un tren distinto. Carajo, como la vida misma. Y es que al perder un tren lo pierdes por minutos. Incluso puedes verlo irse mientras corres con las maletas en la estación. Porque el tren no espera a nadie, ni para por nadie. Tiene su horario y no se puede cambiar. Y por más que uno llore y ruegue, las cosas son como son.
Pero como en la vida misma, perder o montarse a un tren puede ser lo mejor o lo pero que te puede pasar. Un encuentro con alguien en una estación en la cual estás atrapado puede cambiarte la vida para siempre. O evitar un encuentro con alguien que estaba montado en el tren. Per no siempre es así. Tambien hay noches solitarias dormido en una incómoda banca de estación. Es como todo, una lotería.
Hhay momentos que lo único que queremos y necesitamos es montarnos en ese tren que nos llevará a otro lado, a otros puertos más sanos para nosotros. A sitios donde el aire sepa distinto, para no probar más del mismo. Pero si creemos en cosas más grandes que nosotros, hay que saber que iremos cuando debamos ir, y perder un tren puede hacernos respirar el aire de ese tipo que nos falta respirar para poder seguir.
De todas maneras, el abordar sigue siendo siempre una opción. Y trenes hay hacia todas partes. Es que la vida es algo así como una estación gigantesca.

PD: Perdonen la etereidad de este post, creo que me quedó grande el tema pa lo que traté de abordar. Pero no quise dejar de publicarlo. Probablemente vuelva sobre este tema despues.
PD2: La foto es tomada de flickr http://flickr.com/photos/molinary/2351585178/



viernes, 17 de octubre de 2008

...

Hace un rato llegué del concierto de Calamaro. Y en realidad no sé como estoy. Es que fue algo raro, medio Medellín estaba allía andentro, metidos en ese "tarro de milo" que es la Macarena. No sé como estoy porque el concierto fue un sólo carrudel de emociones y sentimientos. No sé si para alguien promedio sigificó lo que para mí, la cosa es que yo soy bastante fan de Calamaro, y me parece que el conoce como nadie lo que siente, o puede llegar a sentir mis contemporáneos posmodernos.
Al principo, fue histeria colectiva. Yo tiendo a manterme en mis límites, y mis épocas de histeria las tuve años atrás, siendo un furibundo hincha del Nacional o mientras vivía mi adolescencia buscando causas e ideales. Con el tiempo me fui volviendo más crítico que fanático, el fútbol dejó de significar algo y los ideales y las causas me decepcionaron. por tal razón, causar histeria en mí no es fácil.
Pero cuando salió el Salmón me quise morir. Y conmigo toda la Macarena.
Gritando a lo que daben mis pulmones, y cantando más al ritmo de la gritería del público que lo que en realidad alcanzaba a escucharse, unas adolescentes de los 50's viendo a los Beatles, eran unas señoras concentradas cosiendo comparadas con nosotros allí. Luego de tocar "El Salmón", empalmó  con "Los Chicos" y con eso casi me acaba. Ese golpe lo esperaba pero no tan rápido. Todo el día, mientras estuve volteando por ahí,  no quise poner esa canción que habla de amigos en el más allá porque sigo llevando algunos duelos por ellos.  Y esas fueron las primeras 2 canciones, como de casi 20 que tocó ( o más, o menos, no las conté)
Es que hay algo con Calamaro. El "la tiene clara". En realidad no sé por qué, pero Calamaro es capaz de llegarme muy al fondo de los sentimientos, y ahce lo que es el ideal del artista, representa y hace sentir al espectador lo que este ya siente pero no es capaz de expresar. No entiendo como lo hace, y, la verdad, espero que no le haya tocado bajar a tantos infiernos como los que expresan todas sus canciones. 
"siempre seguí la misma dirección, la dificil al que usa el salmón"
"no salgo a buscarte porque sé que corro el riego de encontrarte"
"todo lo que termina, termina mal"
"A lo lejos se escucha venir, lo que el río no quiso contar"
"dejé la sangre en la arena"
"quiero ser el único que te muerda la boca"
"hay días sospechosamente light, hay un deseo que pido siempre que pasa un tren"
"y se movía pero tan bien, que fue mirarla y fue perder"
puedo seguir por siempre, pero acabo con una que me mata, maldita sea
"te sigo debiendo todavía una canción de amor"
Y es que el problema con Calamaro es que uno no sabe si odiarlo o amarlo. Malparido, quise agarrarlo a puños varias veces durante el concierto, pero muchas más darle un abrazo. Es que es dificl que pongan tu siuación en una canción, y que te identifques tanto. Y esta "exposición", y que te haga recordar tus sentimientos, o tus momentos de dolor te hace odiarlo. Pero momentos depues ves que es alguien como vos, y la moneda se voltea, hacía el lado de la empatía y del cariño.
Fue un espectáculo. Estando en una plaza de toros, en la mitad de una de sus canciones más dolorosas, "Crímenes Perfectos", se paró en la mtad de escenario y con una sábana blanca ( o lo que fuera esa tela) hizo un pase de torero. Este momento tuvo especial trascendencia para mí. Mi papá, a pesar de no ser de cultura taurina, toda la vida me ha hecho una analogía con las corridas y el amor. El dice que el amor es como una corrida de toros, a veces matas al toro y a veces el toro te cornea y te deja en el hospital durante meses. Finalmente llega un toro al cual indultás, y con ese toro te reminás casando. En cualquier caso, uno siempre termina en el ruedo otra vez, toros hay muchos, y toros vendrán. 
Habiendo sido corneado de gravedad hace meses (posiblemente por un mal pase de capa por mi parte), esto sólo ayudo más a revolver y revivir sentimientos que al final del concierto. Todo cortesía de esas canciones maravillosas dejaron mi corazón procesado, molido, aplastado, rearmado, pegado, moldeado, fusionado, lavado, secado al sol y al horno, intervenido, construido, demolido, construido de nuevo, zarandeado, mareado y aturdido. 
Calamaro se portó como esperábamos todos, y Medellín dió lo mejor de sí. Que energía, que emoción, que ganas de cantar..."CANTAR ES DISPARAR CONTRA EL OLVIDO"* . En el momento que cantó "Volver" y la juntó con "Flaca" creí que mi voz se había perdido totalmente, para mi sorpresa todavía tengo algo. Mañana puede ser algo diferente. La energía se podía respir entre comentarios del Andrelo sobre "las parceritas" y "las sierras antioqueñas"** y gritosco0nstantes del público. Toda una comunión musical y sentimental. Al final, Calamaro se arrodillo y alabó al público cual si fuera un ídolo pagano, y de haber habido espacio, como publico hubieramos hecho lo propio. De todas maneras los brazos de una tribuna entera se movieron así.
Que buena experiencia, con todo y golpe sentimental.
 "Hay días para quedarse a mirar". Hoy fue un día para más que eso.


*vivir sin tí, es dormir en la estación
**casi me muero con esa frase.

martes, 7 de octubre de 2008

Algo que me pasa (mucho)

El clima me juega malas pasadas. O bueno, no. El problema es que creo que soy una persona absolutamente sensible al clima. Tantas observaciones a lo largo del tiempo no pueden ser una mera coincidencia.
Puede sonar raro pero así es. Un día lluvioso o gris me baja el ánimo y los días de sol por lo general no lo hacen. Llegué a esta conclusión tiempo atrás. No se exactamente cuando, pero recuerdo que en un época tuvimos una semana de sol y una de lluvias, y sin que cambiara nada que pudiera afectar mi estado de ánimo en la semana de sol estuve contento, animado y relajao. Una semana despues, con el clima vuelto nada yo estaba en una depresión horrible. Sería el clima, puede que si, puede que no.
El clima que no me gusta son esos días oscuros y lluviosos, donde hay lluvia todo el santo día. Sea poquita o mucha, pero en todo el día no deja de llover. Ahh y el frío que entra por todas partes. Se que hay gente que le encntan estos días, pero yo no los soporto. 
Igual se que hay millones de variables que pueden codicionar el estado de ánimo. Desde la pélicula de ayer,  el hijueputa busero que se atravesó, la leche que se cortó y dañó el cereal de desayuno, una aprobación del jefe de una propuesta, una mujer bonita que ve uno en la calle, un resbalón en una escalera, una noticia impactante en el noticiero. Todas estas cosas pueden dañar o mejorar el estado de ánimo en un segundo. Y cuando lo hacen, en realidad no nos damos cuenta porque esto tiene que ver con procesos interiores, con revivir cosas pasadas o enfrentarnos a nuestros miedos de forma casi inconsiente. Estas cosas puntuales las notamos más. Pero si el clima es algo que está allí siempre , tambien tiene mucho sentido en que influya. Y con mayor rzón puede afectarnos inconscientemente que las cosas puntuales que nos pasan.
Ayer paso algo gracioso, el frío desde las 6 de la mañana empezó a pegar duro y la ligera lluvia que no se decidía en caer de verdad estuvo a lo largo del día. Fue un día en el que yo tenía a mis peores pulgas manejando mi estado de ánimo. Al final del día, lo que debí haber trabajado no me rindió nada y en general, el balance del día fue pobre. Pero al preguntarle a todos mis compañeros, a todos les pasó lo mismo. 
"No! que día tan perdido"
"Que hijueputa pereza"
"No hice ni mierda"
¿Coincidencia? Vaya a saber uno

PD1: Al hidrólogo loco y desparchado que llevo por dentro, se le ocurrió hacer tomar unos datos muestrales que comparen mi estado de ánimo diarios con la preicipitación media diaria sobre la cuenca en la que me encuentre. Unos dos años de muestreo podrían arrojar conclusiones acerca de la independencia de mi estado de ánimo con el clima.  Creo que una simple correlación o un análisis estadístico sencillo podría generar muchas luces sobre el tema . Sería más interesante tomar datos cada 6 horas, pero requiere mayores esfuerzos. 
En cualquier caso tengo un problema, ya que al estudiarme a mi mismo habrá un causal de error importante en el momento que tome los datos, ya que me comportaré de manera no natural y no tendré una visión objetiva de mi mismo. Si alguien quiere ponerse en el ejercicio de medir mi estado de ánimo diario sería buenísimo (en una escala de 1 a 10), yo me encargo de conseguir las series de precipitación y de hacer las correlaciones. Y nos pongo a ambos como autores del "paper" que publique.
Pd2= En alguna época estuve contemplando la posibilidad de ir a estudiar a Bergen, Noruega, pero por razones de la vida las cosas no se dieron. Tiempo despues me enteré que Bergen es la ciudad más lluviosa de Europa. Según la Wiki:
Bergen es reconocida por sus abundantes lluvias, (y ha sido llamada La Ciudad de la Lluvia o la Seattle de Europa), llegando a acumular más de 2250 mm anuales de media de precipitación. Durante años existieron paraplyautomater (máquinas de venta de paraguas) instaladas en las calles, si bien no acabaron teniendo éxito. Una broma común que se cuenta en la ciudad es una sobre un turista preguntándole a un niño si en alguna ocasión para de llover. "No lo sé," responde el niño, "sólo tengo 12 años". Hasta el 18 de enero de 2007 hubo un período de 80 días consecutivos de lluvia, el más largo que figura en los registros de la ciudad. 
PD3=:este año ha sido dificil, y ha llovido muchisimo en Colombia...