martes, 26 de agosto de 2008

Damnificado del Inverno

En eso me convertí hoy. Bueno, en un país como Colombia era apenas de esperarse que me pasara alguna vez en la vida.

Todo arrancó con que me dieron ganas de salir a trotar. Llegué a mi casa luego de estar en la U todo el día, me puse pantaloneta y tenis y pa afuera. Apenas salgo del edificio, una lluviecita. "Vee, el día no estaba como para llover, tan raro..." Igual, miré las nuebes y dije, beno para donde voy parece que no lloverá mucho, y arranqué a trotar.

Me equivoqué, si había lluvia pa donde yo iba, pero en realidad no me importó. En realidad, me sentí muy bien mientras trotaba bajo la lluvia. Era una mezcla como de creerme el putas, de disfrutar la lluvia, de no importarme nada, y de correr sin que nada pudiera pararme. A los pocos minutos estaba totalmente empapado. Pero nada "A mí no me va a parar la lluvia carajoooooo". Veía a la gente que trotaba bajo el aguacero, que eran pocos, y los reconocía como compañeros de batalla.

La lluvia no cedía, por el contrario parecía hacerse cada vez más fuerte. Y allí me empecé a preocupar, caían ramas de los árboles y tronaba y relampaguaba. Pero yo seguía, con unas ganas inmensas de trotar pero con la lluvia cada vez más fuerte, algo me dijo que parara. Y paré en el priomer escampadero que encontré, la portería del Hotel Intercontinental, y me puse a hablar con el portero acerca del aguacero. "Oiga, le va a dar una pulmonía". Hasta algo de razón tendría el hombre, yo parecía recién salido de una piscina.


Y paré a buena hora. No más de dos minutos en mi escampadero la carretera de doble calzada que tenía a mi lado se convierte en dos canales de con una velocidad importante, un flujo de agua muy grande. Una carretra convertida en un río crecido, café por el sedimento y arrastrando piedras. Que miedo. El hidrólogo que tengo dentro estab impresionado por la duración e intensidad de la precipitación, y hacía modelos mentales acerca de la respuesta de la cuenca, y quería saber de donde procedía el material particulado. El ser humano corriente dentro de mí decía... "MARICAAA está arrastrando los carros!!!!" Bueno no propiamente arrastrando, pero era imposible subir, y todos estaban quietos, apiñados antes de una lomita guantando el torrente que se les venía encima. Y las piedras pasaban al frente mío y de los taxistas que ni por el putas salían de alli.

Cuando amainó un poco, no faltaron los probones que trataron de salir, algunos en carros pontentes lo conseguían fácilmente, pero un par de patos en una moto casi se desgüevan tratando de cruzar la calle para coger el carril de bajada. Con algo menos de lluvia, decidí seguir mi recorrido, todavía me faltaba medio trayecto. Empecé a subir la loma, pensando que habia visto lo peor. No tenía idea. Entra más subía veía rocas y rocas y rocas de mayor tamaño. En el Inter eran de la mitad de mi pie, más arriba del pie completo, de la distancia de mi pie a mi rodilla. Cada vez más y más rocas en la carretera. Las aceras con una capa de arenilla del paso de la creciente. Menos mal no andaba por allí mientras todavía estaba en furor, hubiera sido horrible. Me escandalicé al ver una roca en la carretera de por lo menos 80 centimétros en su cara más larga, y por lo menos 40 de ancho (y no estoy yhablando mierda, es más, creo que la subestimo). Si la corriente arrastró eso la creciente debió haber sido violentísima. Luego me enteré que volcó un carro. Y esa un quebrada tan pequeña que yo ni sabía que existía, salía de una unidad al alcantarillado de aguas lluvias. Pregunté en la unidad, y aunque no había daños a casas, si había tumbado un par de muros.

Empezó a medio lloviznar otra vez ( o más bien nunca paró... pero empezó más duro) y seguí mi camino luego de intercambiar palabras con los espectadores, en su mayoría obreros que salían del trabajo. Algunos iban descalzos, pa que enscuiar y mojar los tenis. Igual había que pantanear.

Y a una cuadra de allí, en un planito. La inundación. Una calle completa bajo un cuerpo de agua café. Los carros y las motos si saber que hacer. Un man en su moto por la mitad de la calle, con el agua al ombligo. Yo tenía que pasar, y por la cerita (o por lo que creía que era la cerita) caminé ya sin considreación alguna por mis tenis y mis medias que ya bastante pantano había chupado... qué era un poco más. Entonces vadié la quebrada con el agua arribita de la rodilla.

La caminata hacia mi casa era larga, había perdido todo el ritmo de trote luego de pasar casi 45 minutos desde que paré y ya iba a empezar a morir de frío. Y llegué a la unidad de Juli. Aquí fue! Voy a hacer visita y a llamar a mi amdre para que no venga al poblado todavía, que espere que pare el caos vehicular. Juli no estaba, pero estaba casi todo su familia que me adoran y yo a ellos. La mamá de juliana casi muere de la risa apenas me vió, tenía más agua que una esponja. Al momentico toalla, ropa seca, una bolsa para la ropa mojada, cafe y tostaditas. El café estaba calientico mas bueeeno. Casi me muero del agradecimiento con ellos. Luego cobjia, Grey's Anatomy y salchipapas. Finalmente mi mamá me recogió y llegué a la casa.

Carajo, que ciudad, que lluvias, que invierno. No he visto noticieros, entonces no sé si hubo alguna pérdidad de vida o daños materiales importantes. Pero puedo agradecer una cosa, que el aguacero fue en este sector de la ciudad, por lo menos acá las edificaciones respetan los retiros de las quebradas (es decir las distancias mínimas de separación a ellas) y hay un servicio de alcantarillado que si bien es excedido en su capacidad, ayuda a evacuar las aguas. No quisiera imginar lo que hubiera pasado si hubiera llovido así en un barrio de invasión.

Pero bueno, los daños ambientales no son gratis, eso se termina cobrando, y manejar mal una cuenca puede terminar en cosas de estas MUY facilmente. Pero se sigue deforestando y se sigue construyntendo sin control. Ha pasado toda la vida y seguirá pasando. Pero acá la gente como que no aprende.

lunes, 25 de agosto de 2008

Viajar en Tren

Como dice la canción, es lo mejor. Nunca lo había hecho, o pues puede que sí, pero había montado en trenes de mentiras, un parques de diversiones o en un tren turístico a lo sumo, pero no creo. Bueno, digo esto exluyendo a los metros, que pueden ser trenes pero uno nunca estará más de una hora en un vagón de esos. Me refiero a los trenes grandes, a los que representan una opción de transporte entre dos centros poblados alejados. Esos que dejaron morir en Colombia. Esos que tantas historias han creado ya sea o porque se pierden o porque se toman a tiempo.

Tal vez por culpa de todas estas historias, y por lo mucho que los ví en las películas que siempre tuve una fascinación por estos aparatos. No solo por ellos, sino por toda la mística que ellos mismos se crearon alrededor gracias a sus estaciones, a sus rutinas como el tiquete y el "all aboooaaard", a su la puntualidad, al paisaje inaccesible que parece una película visto desde la ventana.

Además, el hecho de que en Colombia no existieran me afectaba mucho. Existe uno que transporta carbón carbón que no he podido conocer. Pero Yo Fueron el motor del desarrollo del país en la primera mitad del siglo pasado, hasta llegar al punto de que ambos océanos estaban conectados por esta vía. De Buenaventura a Santa Marta, y conectaba a en Cali, el Eje Cafetero, Medellín, Bogotá, Cartagena y Barranquilla. Medio país. Yo conozco particularmente el caso de Antioquia. Hacer un ferrocarril acá era particularmente dificil por las lluvias, la selva, las enfermedades y las montañas empinadas que se cerraban en los sitios más inoportunos. Hubo que hacer el túnel más largo de Colombia para lograrlo, y mientras lo terminaban, la carga iba de un lado de la montaña a otro a lomo de mula. Sobre el ferrocarril de antioquia hay centenares de historias que van desde un incendio completo de un cargamento cargado de algoddón, hasta una plaga de langostas que hizo descarrilar un tren. Pero me estoy desviando del tema. En Colombia, los ferrocarriles murieron en la década de los 70, para nunca volver. Culpa de mlos manejos administrativos, falta de actualizacipon de infraestructura y la ilusión de que viajar por carretera es más rápido, más barato y mejor. Toda la estructura existente, rieles, viaductos, túneles y estaciones o no existen o existen congeladas en el tiempo, a medio derruir, con humedades y pedazos faltantes, como testigos de épocas distintas.

(En cierta medida son hermosos. A la salida del túnel de la quiebra hacia Berrio, existe una vereda llamada El Limón, donde había una estación de ferrocarril. El Limón es una vereda a la que hay que llegar o por el túnel o caminando 1/2 hora por una trocha desde la carretera. por su relativo aislamiento, las estructuras estan convservadas y llegar allí se siente como llegar a un pueblo fantasma, con una estacion de tren blanca y roja que evidenciaba la elegancia de otras épocas. Es hermoso, si pueden les recomiendo que vayana.)

Al nostalgia por los trenes ha contagiado a una comunidad grande de ingenieros, que crren en que algún día volver, y que son indispensables para el desarrollo. Incluso me contagió a mí, que hice mi tesis de pregrado (dirigida por Ignacio Arbeláez, un epsecie de ingeniero mítico) donde traté de darles nuevos aires financieros a los proyectos de ferrocarriles desde la venta de certificados reducción de emisiones de gases invernadero.

Entonces, al tener la oportunidad de viajar en tren desde New York hasta Philadelphia supe que tenía que aprovecharla. Aunque viajar en tren no sea barato ya que puede costar 4 o 5 veces lo que vale un bus o más y la diferencia en tiempo no es muy grande. Pero me fui para la estación a comprar el tiquete, y aunque había fila no me demoré mayor cosa. Los trenes salen casi cada 1/2 hora e ir a conseguir un tren pa cualquier parte es muy fácil. Y si uno ya tiene tiquete puede fácilmente llegar 5 minutos antes de que salga. Y uno entra al tren de una, solo revisan que sea el tiquete correcto y ya. Y el tren llega puntual, puntualísimo. Y sale igual.

Uno compara... Ir hasta un aeropuerto que es normalmente en la mierda. Llegar 1 hora antes para hacer check-in y toda la pendejada. Filas, silas y filas. Máquina de Rayos X. "Sir, can your take your shoes off please" (Los gringos están inmamables desde 9-11. Estar en una sala de espera viendo mala televisión de aeropuerto. Finalmente entrar a una lata de sardinas que vuela donde cada vez hay menos espacio para los pies. Y si uno es bien sismático, tener que ponerse cinturón de seguridad. Tener que aguantarse al mismo vecino. Comer en la misma silla. Luego esperar pa reclamar las maletas y coger un taxi hasta la ciudad que es en la mierda. Ahh eso si tienes suerte y el avión no se retrasó 5 horas por mal clima.

Eso contra: llegar 10 minutos antes a una estación en medio de la ciudad. Entrar, escoger la silla que querás, que por cierto son MUUUY ampliar, al tratase de arrastrar en vez de volar no hay que economizar apeñuzcando a todo el mundo, simplemente le pegamos otro vagón. Y si te cansas de tu silla, te vas pa una mesita, o te vas y te compras cualquier pendejada en la cafetería (esto viajando a lo estudiante, hay trenes donde te dan cena completa). En un viaje sin brincos, sin turbulencias, sin trancones, sin pitos. En un viaje rápido donde sabes exactamente a que hora sales y a que hora llegas. Puede que uno se demore un poco más en tren que en avión, pero creo que hay un claro ganador.

Ni me molesto en hacer la comparación con un bus. Eso si sería una masacre.

Me encantó. Creo que todo el mundo lo debería hacer alguna vez. No veo la hora de montarme en un MagLev que vaya a más de 400 km/h. Pero este viaje me subió la nostalgia. Ahora si me enamoré de verdad de estos bichos. Y cada que me toque viajar por Colombia, y esté estancado por un derrumbe en una carretera donde no vendan ni tamales o cuando lleve 3 horas de desespero en un aeropuerto luego de terminar 2 revistas de crucigramas, pensaré con desagrado que definitivamente hay mejores formas de viajar. Ojalá que en este país las quisieran hacer, porque lo que falta es voluntad política.