miércoles, 7 de septiembre de 2011

Carta Abierta a los candidatos a la Alcaldía de Medellín sobre Movilidad y Buses

Estimado Candidato,

Quiero empezar por felicitarlo por su trayectoria política y por desearle la mejor de las suertes en las próximas elecciones para la Alcaldía de Medellín. Le escribo con respecto a esta próxima elección, ya que quisiera hacerle una serie de propuestas en el tema de movilidad de la ciudad, que creo que podrían ser interesantes para proponer durante campaña y eventualmente desarrollar durante su alcaldía con un impacto muy positivo.

Tengo formación de Ingeniero Civil y,aunque mi fuertes son la hidráulica y la energía, siempre me han interesado mucho los temas de transporte urbano y he tenido la oportunidad de viajar por muchas ciudades con iniciativas interesantes. Mirando estas experiencias y aplicando un poco el sentido común, creo que se puede mejorar la movilidad substancialmente con una serie de propuestas.

En los últimos años, Medellín ha tenido innovación importante en temas de transporte, como lo son los metrocables, los proyectos de tranvía, la expansión del metro y las bicicletas públicas. Sin embargo, la movilidad sigue siendo un problema gigantesco que tiene a la ciudad a punto de colapsar.

Esto se debe principalmente a que la causa principal de los problemas en movilidad no se afronta y es que para la mayoría de los ciudadanos el principal medio de transporte público son los buses y, a pesar de su importancia, no hay regulación, planeación ni control sobre ellos. Y por más innovaciones en transporte que se propongan o vías que se construyan, si no se hace una modificación fuerte al tema de los buses, la movilidad seguirá siendo un problema sin solución.


El Problema

El problema de los buses no es un problema del parque automotor. Principalmente es un problema de rutas y de diseño. En términos prácticos, para llegar de un sitio a otro de la ciudad es necesario coger dos buses, porque las rutas no están diseñadas para atravesar la ciudad, sino para ir “del barrio al centro y del centro al barrio” y por eso o toca entrar al centro, o cambiar de ruta para cambiar de dirección. En Medellín hay más de 150 rutas de buses, pero no soy capaz de contar más de 5 que atraviesen la ciudad de un lado a otro. Además, para ir al centro, los buses usan rutas similares, pasando por las mismas calles principales.

Esto acarrea dos situaciones. La primera es para el ciudadano que se ve afectado porque se encarece el costo de su pasaje y aumenta sus tiempos de viaje al tener que usar 2 rutas, lo que desestimula tremendamente el uso del transporte público. En términos de urbanismo, se tiene un centro de la ciudad colapsado por la cantidad de buses, mayor contaminación ambiental, congestión de buses, conflictos en las vías, la guerra del centavo y demás males a los que estamos acostumbrados.

Además, de cuenta de la guerra del centavo, el servicio de los buses nunca es periódico, no hay control sobre las paradas del bus en determinados puntos (lo que afecta más el tráfico) y se aumenta la agresividad y la accidentalidad.

La solución

A mi parecer, es cuestión de organización. Uno de mis profesores en la Univesidad, en una clase que exploraba las relaciones entre la sociedad y el uso de la energía, decía que había varios enfoques para solucionar los problemas de abastecimiento de recursos de una determinada sociedad. Si una sociedad puede considerarse un sistema dinámico de entradas y salidas, en una forma muy simple él hablaba de hardware y software social. En una ciudad, por ejemplo, hardware son obras públicas y software son políticas municipales. Hardware es cambiar el paisaje, software educar a la sociedad. Un problema se puede solucionar con una de estas cosas, o con ambas.
Medellín es una ciudad con calles amplias y muchas vías, que además cuenta con un metro eficiente, con metrocables y próximamente con tranvías metroplus, bicicletas y nuevas vías. El Hardware existe. El problema de Medellín y movilidad es de software y eso está en las manos de los gobernantes.

Y el software de Medellín necesita cambiar de sistema operativo. El sistema actual de buses debe ser modificado completamente para que se convierta en el sistema de transportes que una metrópolis como Medellín necesita y merece. Y para ellos necesita una restructuración TOTAL del sistema de buses.

Para empezar, se necesita un sistema verdaderamente integrado de transporte público, donde se integren operacional y tarifariamente todas las rutas bajo la dirección de la secretaría de tránsito del municipio o de una entidad como el AMVA. Es importantísimo que todas las rutas de buses y la operación de las mismas sean controladas completamente por las autoridades, para evitar el desorden y la informalidad. Un ejemplo puede ser lo que se trató de hacer en Bogotá, donde los transportadores entraron a ser contratistas concesionados, pero bajo las directivas de la Alcaldía Mayor.

Esto va a permitir reorganizar las rutas de acuerdo a la demanda de transporte de los ciudadanos y a la eficiencia general del sistema, en vez de hacerlo de acuerdo a la optimización de ingresos para un transportador individual. Al controlar todos los buses, se pueden establecer paraderos para cada una de las rutas, establecer frecuencias definidas y modificar las rutas de acuerdo a las necesidades reales de la población.

Controlar todos los buses terminará con la informalidad en la contratación de los conductores, dándoles acceso a sueldos fijos y prestaciones sociales. Al no tener que pelear por conseguir más pasajeros, un conductor ganará más y será premiado en la medida que pare en los sitios donde debe parar y que cometa menos infracciones de tránsito.

El Metro de Medellín es una de las empresas con mayor aceptación entre los antioqueños y es la candidata indicada para ser el eje de la integración. La tarjeta cívica debe convertirse en un pasaporte de transporte completo, donde un ciudadano con una misma tarjeta Cívica pueda cambiar de bus si lo necesita o pasar del metro al bus en un mismo pasaje. Se podrán unificar las tarifas y hacer ejercicio de integración real. Esto tendría un impacto gigantesco sobre la calidad de vida del pasajero en términos financieros y de tiempos de viaje, e incentivaría el uso del transporte público de una forma tremenda. Esto sería un catalizador para futuros proyectos de mejora al trasporte, ya que con más usuarios habrá más justificación de ampliar el transporte público, y a la larga modernizaría a Medellín. Y por qué no, si funciona lo suficientemente bien se podría desmontar la política del pico y placa.

Una vez con el sistema montado, lo que sigue es empezar a soñar. Ruta N puede llevar la batuta en desarrollo de tecnologías asociadas para mejorar el transporte. Por ejemplo ubicación por GPS y sistemas de información en tiempo real, mapas interactivos para dispositivos móviles, sistemas de publicidad en los buses, mejoras mecánicas u operativas, en realidad el cielo es el límite. Aparte de mejorar los servicios locales, estos desarrollos pueden ser vendidos a otros municipios, favoreciendo la creación de empresa y la innovación en Medellín.

Adicional a los claros beneficios para el ciudadano, donde va a tener un transporte público más eficiente, y para el turista, que se va a encontrar con una ciudad más amable, va a haber un impacto en seguridad. Una de las fuentes de financiación de los grupos armados en las comunas es el extorsión a las empresas de transporte. Si se logra consolidar un sistema en el cual los ciudadanos no paguen en efectivo sino con la cívica, la cantidad de dinero que habrá en los buses va a ser mínima, por lo tanto la extorsión al bus individual no va a ser atractiva. Al mismo tiempo, si todo se consolida en el metro, la extorsión va a ser más difícil porque habrá que extorsionar a una empresa del tamaño del metro, un ataque ya no se haría contra un empresario individual, sino contra la representación del Municipio. Con tales implicaciones, es difícil que las bandas se atrevan a seguir con su negocio extorsivo al transporte, ya que estarían expuestos a una acción de fuerza importante por parte del Estado.

Implementación

Todo esto suena muy bien, pero políticamente es muy complejo de implementar. El gremio del transporte es muy reticente a cualquier cambio, incluso si ese cambio los beneficia. Sin embargo, un líder de la importancia del Alcalde de Medellín puede llevarlo a cabo si cuenta con el apoyo de la ciudadanía.
Por esta razón, al asumir la oficina lo primero que se debe empezar a hacer es una campaña de socialización de gran escala, donde se le expliquen al ciudadano los beneficios y la necesidad imperante de tener un sistema de transporte. El apoyo de la ciudadanía claro y manifiesto es básico para la implementación del sistema y para el tira y afloje que seguramente vendrá en la negociación con los transportadores.

En cuanto a los trasportadores, hay que ofrecer un acuerdo justo que no los vulnere económicamente. Los detalles de esto se pueden mirar más adelante, pero también hay que educar a los transportadores en que a la medida que el transporte público mejora, habrá mejores ingresos para ellos ya que se estimulará en mayor medida su uso. Además, se puede negociar con contratos estables y fijos, beneficiosos para la empresas. Todo lo que se negocie y se ofrezca debe que llegar a los oídos de la ciudadanía.

Es casi seguro que sin importar las condiciones que se les propongan, los transportadores no las van a aceptar y seguramente convocarán a un paro de transportes en la ciudad, tal como se ha hecho anteriormente. Pero sabiendo lo que va a pasar, es muy posible anticiparse para neutralizar el paro y ganar el pulso. Convocar a marchas o a un boicot económico no-violento por parte del ciudadano al transporte público, ofrecer viajes gratuitos en metro y en las rutas y abolir el pico y placa durante los días del paro, pueden ser algunas de las estrategias apropiadas para contrarrestar un eventual paro.

Reflexión Final

La movilidad en Medellín es uno de los ejes actuales de la campaña. Y poder solucionarla implicaría resolver uno de los problemas históricos que ha tenido Medellín, y que se puede replicar en el resto de Colombia y de América Latina. Espero que analice estas propuestas y que si está de acuerdo con ellas, las incluya en su plan de gobierno y las vuelva un tema de discusión en campaña. Me despido deseándole la mayor de las suertes en su recorrido hacia la alcaldía
Respetuosamente,



Santiago Ortega Arango




*Foto tomada de http://mikesbogotablog.blogspot.com/2011/07/bogotas-dilemma-subway-or-more-bus.html