jueves, 6 de octubre de 2011

Aranda Style

Lo que en su momento surgió como un ejercicio de escritura que hice con @tatilujanr, hoy quiero convertirlo en un homenaje a @Robertoenemigo, porque últimamente ando pegado de su blog BLINK

Tengo que girar y extender mi mano para prender el ventilador. Es la opción a abrir la ventana, y dejar a unos cuantos bichos entrar a la relativa frescura de este cuarto . El cursor titila mientras las teclas se convierten en ideas, que no me preocupo mucho por elaborar.
Mauricio entra y me saluda. A pesar de ser un viejo amigo de mi papá y de que esté en la  oficina de al lado, rara vez hablamos más allá de un saludo cordial, o una pregunta por un dato puntual. Tiene una barba blanca, y camina ansioso como un adolescente. Me gustaría sentarme un su oficina, preguntarle la historias que mi papá olvidó de sus épocas universitarias o la historia de su amor con esa profesora, que, aunque tiene su oficina en el mismo corredor, no lo mira a los ojos y siempre pasa de largo.
Llegan mis compañeros y me bajan de mis pensamientos. No vale la pena resistirse en esos momentos. El ritual fue establecido hace tiempo. 
Una gelatina en las escaleras de la tienda, mientras vemos los buses afanados de la media tarde.