jueves, 30 de junio de 2011

Definiciones

Creo que nadie ha sabido nunca donde está en realidad parado, pero desde que Sartre nos cagó la vida a todos cuando se puso a joder con el existencialismo, autodefinirse se ha vuelto uno de esos problemas clásicos de nuestra era.

Empieza en la adolescencia, cuando apenas se empieza a abrir el abanico de la vida. Y a algunos (como a mí, no se si a todos) sigue durante tiempo indefinido. Tambien la época en la que vivimos no ayuda: mi generación es una toda nueva raza de postadolescentes (o preadultos) globalizados, sometidos continuamente a una cantidad inmesurable de estímulos culturales, a la que le presentan s millones de opciones y estilos de vida, todo por medio un internet, a falta de una palabra más precisa, infinito. Somos hijos de la imaginación de Borges ¿Que oportunidad tenemos nosotros si el aleph lo cargamos en el bolsillo? ¿Y si la biblioteca está a un login y un password de distancia?

Naturalmente, al ser hijo de mi época, el problema de la autodefinición ha venido varias veces, y su forma favorita de revolver mi cabeza es con el tema laboral y profesional. Preguntas como dónde estoy, para dónde voy, qué hago o dejo de hacer, y las más díficl de todas, "¿Qué carajos quiero hacer con mi vida?" se relacionan directamente a como me veo a mí mismo. A la imagen mental que a lo largo de los años he construído. ¿Es real? ¿Es ficticia? ¿Hasta qué punto, mi profesión me define?

Durante algún tiempo, y con unas crisis profesionales atravesadas, he encontrado formas de responder parcialmente a esto. Al mirar mucho el aleph se ganaba información, pero se perdía perspectiva. Me demoré mucho rato y me costó mucho llegar a esto, pero estoy terminando por poner las profesiones en el lugar que creo que les corresponde: como ocupaciones. El proceso va andando y no está listo, pero si no ví esto antes por que ante la falta de perspectiva, no era capaz de ver lo que ahora considero importante.

Hace unos días, me llegó una dosis de perspectiva en un escrito genial. Mi hermanita de 7 años, en una tarea del colegio, escribió un cuento al que le tuvo que hacer una autobiografía. Era una sola página, y que me hubiera dedicado unos cuantos renglones significó el mundo para mí. Y al hacerlo, sin saberlo, me definió de la mejor forma que alguien lo ha hecho en la vida:

A Santiago le gusta: leer, ir a cine, rubear, estudiar, haser amigos y jugar pelota.

Ahí esta mi definición. Sin tener que ver con mi profesión sino con lo que soy. Y lo que soy es obsesivo por la lectura y el cine, un hiper-nerd, y al mismo tiempo un bicho extremadamente sociable.

Ese soy. Simple, básico y real. Pa dejar de mariquear con complejidades, y gastar neurona y tiempo en otras cosas que si valen la pena. Como jugar pelota con mi hermanita preciosa




PD: Ya que estamos en el tema, mi novia y mi hermano dicen que soy igual a al perro de UP. Y jodaaa, hasta me parezco físicamente al chandoso ese