martes, 7 de octubre de 2008

Algo que me pasa (mucho)

El clima me juega malas pasadas. O bueno, no. El problema es que creo que soy una persona absolutamente sensible al clima. Tantas observaciones a lo largo del tiempo no pueden ser una mera coincidencia.
Puede sonar raro pero así es. Un día lluvioso o gris me baja el ánimo y los días de sol por lo general no lo hacen. Llegué a esta conclusión tiempo atrás. No se exactamente cuando, pero recuerdo que en un época tuvimos una semana de sol y una de lluvias, y sin que cambiara nada que pudiera afectar mi estado de ánimo en la semana de sol estuve contento, animado y relajao. Una semana despues, con el clima vuelto nada yo estaba en una depresión horrible. Sería el clima, puede que si, puede que no.
El clima que no me gusta son esos días oscuros y lluviosos, donde hay lluvia todo el santo día. Sea poquita o mucha, pero en todo el día no deja de llover. Ahh y el frío que entra por todas partes. Se que hay gente que le encntan estos días, pero yo no los soporto. 
Igual se que hay millones de variables que pueden codicionar el estado de ánimo. Desde la pélicula de ayer,  el hijueputa busero que se atravesó, la leche que se cortó y dañó el cereal de desayuno, una aprobación del jefe de una propuesta, una mujer bonita que ve uno en la calle, un resbalón en una escalera, una noticia impactante en el noticiero. Todas estas cosas pueden dañar o mejorar el estado de ánimo en un segundo. Y cuando lo hacen, en realidad no nos damos cuenta porque esto tiene que ver con procesos interiores, con revivir cosas pasadas o enfrentarnos a nuestros miedos de forma casi inconsiente. Estas cosas puntuales las notamos más. Pero si el clima es algo que está allí siempre , tambien tiene mucho sentido en que influya. Y con mayor rzón puede afectarnos inconscientemente que las cosas puntuales que nos pasan.
Ayer paso algo gracioso, el frío desde las 6 de la mañana empezó a pegar duro y la ligera lluvia que no se decidía en caer de verdad estuvo a lo largo del día. Fue un día en el que yo tenía a mis peores pulgas manejando mi estado de ánimo. Al final del día, lo que debí haber trabajado no me rindió nada y en general, el balance del día fue pobre. Pero al preguntarle a todos mis compañeros, a todos les pasó lo mismo. 
"No! que día tan perdido"
"Que hijueputa pereza"
"No hice ni mierda"
¿Coincidencia? Vaya a saber uno

PD1: Al hidrólogo loco y desparchado que llevo por dentro, se le ocurrió hacer tomar unos datos muestrales que comparen mi estado de ánimo diarios con la preicipitación media diaria sobre la cuenca en la que me encuentre. Unos dos años de muestreo podrían arrojar conclusiones acerca de la independencia de mi estado de ánimo con el clima.  Creo que una simple correlación o un análisis estadístico sencillo podría generar muchas luces sobre el tema . Sería más interesante tomar datos cada 6 horas, pero requiere mayores esfuerzos. 
En cualquier caso tengo un problema, ya que al estudiarme a mi mismo habrá un causal de error importante en el momento que tome los datos, ya que me comportaré de manera no natural y no tendré una visión objetiva de mi mismo. Si alguien quiere ponerse en el ejercicio de medir mi estado de ánimo diario sería buenísimo (en una escala de 1 a 10), yo me encargo de conseguir las series de precipitación y de hacer las correlaciones. Y nos pongo a ambos como autores del "paper" que publique.
Pd2= En alguna época estuve contemplando la posibilidad de ir a estudiar a Bergen, Noruega, pero por razones de la vida las cosas no se dieron. Tiempo despues me enteré que Bergen es la ciudad más lluviosa de Europa. Según la Wiki:
Bergen es reconocida por sus abundantes lluvias, (y ha sido llamada La Ciudad de la Lluvia o la Seattle de Europa), llegando a acumular más de 2250 mm anuales de media de precipitación. Durante años existieron paraplyautomater (máquinas de venta de paraguas) instaladas en las calles, si bien no acabaron teniendo éxito. Una broma común que se cuenta en la ciudad es una sobre un turista preguntándole a un niño si en alguna ocasión para de llover. "No lo sé," responde el niño, "sólo tengo 12 años". Hasta el 18 de enero de 2007 hubo un período de 80 días consecutivos de lluvia, el más largo que figura en los registros de la ciudad. 
PD3=:este año ha sido dificil, y ha llovido muchisimo en Colombia...

1 comentario:

Claudia Arias dijo...

Seattle, una de esas ciudades que siempre he querido conocer, no sé por qué, me cautiva, pero como lo mencionas, debe ser duro vivir en una ciudad tan lluviosa, pues aunque no soy tan sensible a los días oscuros, de hecho a veces me gustan, lluvia todos los días si es jarto. De Bergen no tenía idea, voy a echarle un vistazo al cuento.